Este lunes, el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, ha encargado al líder del Partido de la Libertad (FPÖ) de ideología ultraderechista, Herbert Kickl, la responsabilidad de formar un nuevo gobierno. Este desarrollo se produce tras el colapso de las negociaciones entre los partidos conservadores, socialdemócratas y centristas que tuvo lugar el pasado fin de semana.
En un discurso dirigido a la nación, tras su reunión con Kickl, Van der Bellen señaló que el FPÖ fue el partido que obtuvo la mayor cantidad de votos en las elecciones legislativas celebradas en septiembre.
El presidente reconoció que es consciente del «cordón sanitario» que los tres partidos que no lograron formar coalición han establecido, y advirtió que no ha tomado la decisión de encargar al FPÖ la formación del gobierno a la ligera. Además, aseguró que «velará por el respeto al Estado de Derecho».
Durante el fin de semana, Van der Bellen se reunió con Kickl para analizar las opciones de formación de un gobierno tras la ruptura de las negociaciones entre el Partido Popular Austriaco (ÖVP) y el Partido Socialdemócrata Austriaco (SPÖ), así como la dimisión del canciller y líder del ÖVP, Karl Niehammer.
«Es necesario contar con un gobierno que tenga una mayoría estable», afirmó Van der Bellen, según lo reportado por la televisión pública alemana ÖRF.
«A veces, cuando crees que comprendes la situación y tienes experiencia, te das cuenta de que las circunstancias son distintas. No se trata de un momento fácil», explicó.
Por su parte, Kickl, desde el FPÖ, enfatizó que su partido es «el único factor estable» en la política del país. Criticó, además, los intentos de establecer «gobiernos experimentales», refiriéndose a la conocida como «coalición semáforo» en Alemania.
Kickl defendió la importancia de actuar con «honestidad, claridad, previsibilidad, estabilidad y credibilidad». «Me apego a lo que siempre he afirmado: primero la gente y después el canciller», añadió.
Mientras tanto, el nuevo líder del ÖVP y potencial aliado del FPÖ, Christian Stocker, expresó su disposición a entablar negociaciones con la ultraderecha en este escenario «diferente».
«Si nos invitan a participar en negociaciones para formar el gobierno, estaremos dispuestos a aceptar esa invitación», dijo Stocker, quien aseguró que el ÖVP «no eludirá sus responsabilidades políticas».
Desde el SPÖ, su líder, Andreas Babler, criticó la disposición de los «populares» a entablar negociaciones con el FPÖ. «Kickl no es un demócrata. Es un peligro. Una coalición entre el FPÖ y el ÖVP recortará beneficios y eso afectará a muchos», advirtió, refiriéndose a los colores que identifican a ambos partidos.
«El SPÖ continuará defendiendo los intereses de la democracia con toda su determinación», afirmó Babler, quien destacó que siente un fuerte respaldo de todos los sectores del partido.
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Con Información de puranoticia.pnt.cl