Con su mezcla de chistes rápidos y anécdotas sobre la maternidad, Chiqui Aguayo logró hacer reír a mares a la Quinta Vergara durante la segunda noche del Festival de Viña del Mar 2025, llevándose a casa las dos Gaviotas: Plata y Oro.
La comediante chilena subió al escenario cerca de la medianoche, compartiendo historias sobre los desafíos de ser madre y confesando que es una «mamá floja».
Casi al inicio de su show, le envió un saludo a su «hater», el cantautor chileno Alberto Plaza, quien previamente había escrito una dura crítica en una carta a El Mercurio, refiriéndose a su actuación anterior en la Quinta Vergara en 2017, donde Aguayo utilizó un lenguaje bastante subido de tono y bromas audaces.
«Con todo respeto, Alberto Plaza, ándate a la chu…», exclamó, provocando risas del público, que ya se sentía más receptivo después de la actuación de Charlie Harris la noche anterior.
Entre sus numerosas anécdotas sobre la maternidad y la dificultad de adaptarse de una vida de «fiesta» a ser una «mamá responsable», Chiqui compartió una divertida historia: cuando salió con sus amigas, se embriagó porque tenía un «plan» para cumplir su rol de madre. Al regresar a casa y en silencio, se acercó a la cuna de su hija y le «sirvió el desayuno» al volcar la caja de cereal dentro. «Hijita, te voy a dejar servido el desayuno», le dijo antes de irse a dormir, generando otra risa entre el público.
También causó risas cuando se olvidó la mochila de su hija puesta y fue interrogada por la profesora sobre lo que hacía su mamá. La niña respondió que Chiqui cuenta chistes, así que le compartió uno a la profesora y a sus compañeros, que era un saludo especial entre ellas que incluía varios instrumentos musicales, uno de los cuales tenía un doble significado.
Una hora después de comenzar su show, al finalizar la historia de su primera vez en Disney, el público comenzó a pedir la Gaviota de Plata. Tras recibirla, Aguayo, conmovida, expresó: «es muy emocionante regresar aquí, gracias por permitirme hacerlos reír tanto tiempo».
Poco después, el público comenzó a corear «de oro, de oro», haciendo el clásico gesto con las manos. «Lo están pidiendo, hay que escuchar la voz del pueblo», mencionó, aludiendo a José Luis «Puma» Rodríguez, y tras unos breves momentos, recibió la Gaviota de Oro.
Aguayo continuó compartiendo más historias, despidiéndose triunfante con los dos premios en mano. Al finalizar, leyó un «diario» y reflexionó sobre la resiliencia de Chile y el humor en tiempos de tragedia.
PURANOTICIA
Con Información de puranoticia.pnt.cl