Lo que comenzó como un día ordinario en el restaurante ‘Don Emilio’, en Viña del Mar, se transformó en una jornada memorable para la familia propietaria del establecimiento. Sin buscarlo ni planearlo, tuvieron la inesperada visita de la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, quien llegó en compañía de parte de la tripulación del Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano.
La heredera al trono español está llevando a cabo su primer viaje de instrucción como guardiamarina, y durante su paso por la región de Valparaíso, decidió elegir este restaurante para disfrutar de su almuerzo.
Marcelo Assicie, el propietario del local, compartió cómo vivieron aquella sorpresa. “Fue un regalo que la vida nos dio al recibir a alguien así, que nunca volverá a ocurrir… Esto no fue planificado, sino que ocurrió por pura casualidad,” comentó en una charla con Radio Bío Bío. “No preparé nada, no tengo contactos, no conozco a nadie. Fue como si tú vinieras al restaurante y te presentaras,” añadió.
El equipo del restaurante decidió cerrar una parte del establecimiento para proteger la privacidad de la princesa y sus acompañantes. “No tomamos fotografías; se lo expliqué a todos los clientes, y lo entendieron perfectamente,” detalló Assicie.
A pesar de estar acostumbrada a los lujos, Leonor optó por disfrutar de un ambiente más sencillo. “Pensaba, ‘esta es una persona que come en lugares espléndidos, en palacios’, y, sin embargo, ‘está comiendo en un restaurante modesto y sabroso’,” relató el dueño.
El almuerzo fue simple pero delicioso: pescado, ceviche y croquetas de mechada, “que son un clásico del restaurante,” reveló. Además, destacó la calidez de la joven princesa. “Tiene una sensibilidad y una educación admirables. Todo lo pedía con amabilidad y siempre agradecía,” afirmó.
Una imagen quedó como testigo de esta visita especial. “El escolta principal le preguntó a mi esposa si quería tomarse una foto con la princesa,” relató Marcelo. Aunque la familia prefería mantener la discreción, fue la propia Leonor quien sugirió capturar el momento. “Le preguntan a ella, y respondió: ‘me encantaría tomarme una foto con ella y su marido’. Así fue como se tomó esa única fotografía,” explicó.
Sin querer alterar su esencia, la familia Assicie apreció la experiencia; sin embargo, enfatizó que su restaurante mantendrá su carácter. “Habrá un sello que perdurará para siempre… pero no cambiará nuestro estatus. Somos un restaurante sencillo, con buena comida… y eso seguirá siendo igual,” aseguraron.
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