En una jornada marcada por el suspenso y la fragmentación política, la Cámara de Diputadas y Diputados eligió este lunes a su nuevo presidente: el diputado de Renovación Nacional (RN), José Miguel Castro. Su triunfo no solo significó que Chile Vamos pase a liderar ambas cámaras del Congreso, sino que también evidenció las fracturas dentro del oficialismo y sus aliados.
La elección, que se realizó tras la renuncia de Karol Cariola (PC), culminó con un empate entre Castro y la diputada del Frente Amplio, Camila Rojas. Ante la igualdad de votos, el desempate se resolvió a través de una tómbola, mecanismo que terminó favoreciendo al parlamentario de RN.
Sin embargo, no fue solo el azar lo que inclinó la balanza. La diferencia de votos entre la primera y la segunda vuelta se debió, en parte, a que el diputado Jaime Araya (Ind.-PPD), quien estaba pareado, votó en la primera instancia pero se ausentó en la segunda. A esto se sumó el inesperado respaldo de las diputadas Marisela Santibáñez (independiente ex PC) y Pamela Jiles (PH), cuyos votos permitieron que Castro alcanzara el empate técnico con Rojas.
Mientras Santibáñez argumentó que su apoyo respondía a una valoración personal del trabajo de Castro —y no a una adhesión a la derecha—, el voto de Jiles fue interpretado por algunos como parte de su agenda para reactivar el debate sobre los retiros de fondos de pensiones. Desde la UDI, no obstante, descartaron cualquier compromiso en esa línea.
En su primer discurso como presidente de la Cámara, Castro agradeció el respaldo transversal y destacó la «generosidad» del diputado Jorge Alessandri (UDI), quien bajó su candidatura para apoyar su postulación.
Con este resultado, Chile Vamos consolida su poder en el Congreso, ahora controlando tanto la Cámara Baja como el Senado.