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Después, Musk ofreció disculpas… a los ladrillos.
Navarro expresó que Musk, en lugar de ser un fabricante, es más bien un «ensamblador» de automóviles y que sus críticas a los aranceles se deben a que él depende de la importación de piezas para los vehículos Tesla, por lo que estaba protegiendo sus propios intereses.
Este conflicto representa la mayor manifestación pública de desacuerdo hasta ahora entre el círculo más cercano de asesores de Trump. Musk, quien es el hombre más adinerado del mundo, está al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de reducir el tamaño y los gastos del gobierno federal.
Los aranceles drásticos que Estados Unidos comenzó a aplicar este miércoles, alcanzando hasta el 125% para algunas importaciones chinas, son en gran medida el resultado de las ideas de Navarro.
Sin embargo, Navarro quería ir aún más allá, según informaron fuentes cercanas a la elaboración de los aranceles a la agencia Bloomberg.
El asesor sugirió un arancel general del 25% -aunque Trump eligió uno del 10%- o una fórmula «recíproca» basada en los déficits comerciales con cada nación, reportó la agencia de noticias estadounidense.
Tras semanas de discusión, el plan que se aprobó por el equipo de Trump fue el que más se asemejaba a lo que propuso Navarro.
Sin embargo, el futuro de estos aranceles se volvió incierto este miércoles, cuando Trump anunció que había reducido los aranceles recíprocos a un 10% universal para todos los países, incluyendo a México y Canadá.
Además, durante 90 días detendría la implementación de nuevos aranceles a todos los países que superen ese 10%.
Estas nuevas políticas no se aplican a China, que enfrentará el arancel del 125% debido a que, según Trump, Pekín eligió tomar medidas de represalia contra EE.UU.
Los efectos de este «experimento extremo», como lo califican muchos economistas, ya han impactado la economía global incluso antes de su implementación, causando pérdidas en los mercados que alcanzan billones de dólares y cuyas repercusiones, advierten expertos, se sentirán en nuestros bolsillos.
No obstante, tanto Navarro como Trump creen que lo mejor (para Estados Unidos) está por venir.
«Llegaremos a un punto en el que Estados Unidos volverá a producir, los salarios reales aumentarán y los beneficios crecerán«, comentó Navarro en una reciente entrevista con CNBC.
En un artículo de opinión en el Financial Times, Navarro afirmó que los aranceles «repararán un sistema comercial internacional que está dañado», y que buscan «corregir un error» que, desde su perspectiva, ha trasladado más de US$20 billones de riqueza estadounidense a manos extranjeras.
Sin embargo, otros economistas consideran que sus ideas son poco convencionales o incluso desprovistas de base empírica, como indicaron varios académicos a Gerardo Lissardy de BBC Mundo en 2019, cuando Trump implementó aranceles a las importaciones chinas durante su primer mandato.
De hecho, China es una de las principales obsesiones de Navarro.
Sobre la potencia asiática y su crecimiento económico, Navarro ha publicado tres libros: «Las próximas guerras chinas», «Death by China» (Muerte a manos de China) y «Tigre agazapado: lo que significa el ascenso militar de China para el mundo».
De hecho, Trump incluyó a Navarro en su campaña electoral de 2016 durante su primera postulación, tras el descubrimiento por parte de su yerno, Jared Kushner, del libro «Death by China», escrito junto a Greg Autry en 2012, el cual dio origen a un documental homónimo narrado por el actor Martin Sheen.
En su obra, Navarro sostiene que China aprovecha el comercio global manipulando su moneda, subvencionando productos o permitiendo condiciones laborales que serían inaceptables en EE.UU.
Asimismo, sugiere que se debe responder con firmeza, por ejemplo, impidiendo que empresas chinas adquieran firmas estadounidenses o que presionen para tener acceso a tecnología de EE.UU.
«Como los libros del profesor Navarro no proporcionan muchos datos, no hay forma de que otros economistas verifiquen si los datos han sido analizados adecuadamente«, expresó en 2019 a BBC Mundo Amihai Glazer, profesor de Economía en la Universidad de California, Irvine, donde Navarro también trabajó y cuyo trabajo ha revisado.
Algunas de las antiguas ideas de Navarro han llegado a ser políticas que han conmocionado la economía mundial, traumatizado los mercados financieros y despertado temores de una recesión global.
Hijo de un saxofonista y criado por su madre divorciada, Navarro (75 años) tiene un doctorado en economía de Harvard y es profesor emérito en la Universidad de California, Irvine.
Al inicio de su carrera se enfocó en la energía y fue un defensor del libre comercio, pero cambió de opinión ante lo que consideraba pérdidas de empleo debido a la competencia extranjera.
También se ha postulado para diversas elecciones locales en California como demócrata, sin éxito.
Durante el primer mandato de Trump, Peter Navarro dirigió la Oficina de Política Comercial y Manufacturera de la Casa Blanca, la cual fue creada a su medida en 2017.
En esos cuatro años, Trump inició una guerra comercial con China, imponiendo aranceles por miles de millones de dólares a productos electrónicos, textiles y componentes industriales.
Sin embargo, durante ese primer mandato, el equipo económico de Trump aún confrontaba opiniones entre los más proteccionistas como Navarro y los defensores del libre comercio que de alguna manera moderaron sus políticas.
En el equipo que rodea a Trump actualmente, y donde Navarro tiene un gran peso, ya no existe casi espacio para ese debate.
La lealtad de Peter Navarro hacia el presidente lo llevó incluso a enfrentar problemas legales.
Después de las elecciones de noviembre de 2020, en las que resultó ganador el demócrata Joe Biden, Navarro estuvo desarrollando diversas estrategias para anular los resultados de los comicios y mantener a Donald Trump en la Casa Blanca, según lo reconoció en su libro de memorias publicado en 2021, «In Trump Time» (En tiempos de Trump).
El plan requería que los republicanos en el Congreso retrasaran la certificación de la victoria electoral de Biden, un procedimiento estándar programado para el 6 de enero de 2021.
Ese día, cientos de simpatizantes de Trump tomaron por asalto el Congreso de Estados Unidos para tratar de detener dicha certificación, agrediendo a policías y funcionarios, en lo que se convirtió en una de las jornadas más oscuras para la democracia estadounidense en años recientes.
Como parte de la investigación sobre estos hechos, un comité especial de la Cámara de Representantes de EE.UU. citó a Navarro en febrero de 2022, pero este último no entregó los correos electrónicos ni documentos solicitados.
Navarro argumentó que Trump le había instruido a invocar el «privilegio ejecutivo», un principio legal que protege algunas comunicaciones de la Casa Blanca.
El juez del caso determinó que el privilegio ejecutivo no le ofrecía protección a Navarro contra la citación y, tres años tras el asalto al Congreso, fue condenado a cuatro meses de cárcel por desacato y multado con US$9.500.
Así se convirtió en el primer funcionario de la era Trump en ser encarcelado.
Inmediatamente después de salir de prisión, participó en la Convención Republicana que se llevó a cabo pocos días después del intento de asesinato de Trump, donde este aceptó formalmente su candidatura para las elecciones de 2024.
Navarro bromeó ante miles de fervientes seguidores de Trump al mencionar «el tatuaje de MAGA que me hice (en prisión)», refiriéndose al lema del presidente, Make América Great Again (Hacer América Grande de Nuevo).
Pero también se presentó como el mártir que, de alguna manera, salvó a Trump: «querían que traicionara a Donald J. Trump para salvarme a mí mismo y lo rechacé».
Su lealtad ha sido premiada.
(Imagen: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO
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