Durante un encuentro empresarial en Concepción, el seremi de Energía del Biobío, Jorge Cáceres, provocó controversia al declarar que «Chile es una taza de leche» en comparación con otros países en materia de seguridad. Sus dichos fueron emitidos pocos días después del atentado a la central hidroeléctrica Rucalhue, por el cual el Gobierno presentó una querella bajo la Ley Antiterrorista.
Cáceres, además de minimizar el contexto nacional, afirmó que puede caminar de madrugada sin temor y criticó a la administración del expresidente Sebastián Piñera por no cumplir con sus promesas en seguridad. Sus palabras generaron molestia entre los asistentes al evento, quienes lo acusaron de relativizar la violencia.
El delegado presidencial del Biobío, Eduardo Pacheco, se desmarcó de los dichos y aseguró que la postura oficial del Gobierno es priorizar la seguridad y perseguir a los responsables de hechos delictivos con todas las herramientas del Estado de Derecho.
Desde Brasil, el presidente Gabriel Boric respaldó la querella presentada por el atentado y reafirmó el compromiso del Ejecutivo con el respeto al Estado de Derecho y la persecución de los responsables.