Las autoridades iraníes han actualizado el número de fallecidos a 28 y los heridos a 1.100, de los cuales cerca de 800 están aún hospitalizados, tras la gran explosión que tuvo lugar el sábado en el puerto de Bandar Abbas, en el sur de Irán, según el último informe difundido esta mañana.
Mojtaba Ghahremani, presidente del Tribunal Supremo de la provincia de Hormozgán (cuyo capital es Bandar Abbas), ha proporcionado detalles sobre las víctimas, de las cuales una decena ya han sido identificadas provisionalmente: ocho hombres y dos mujeres.
Respecto a los heridos, la portavoz del Gobierno iraní, Fatemé Mohayerani, ha indicado en su cuenta de la red social X que 1.139 personas «han sido trasladadas a centros médicos», muchas de ellas a las provincias de Shiraz y Larestan por vía aérea. Seis personas siguen desaparecidas.
Horas antes, el ministro del Interior, Eskandar Momeni, había reportado que el número de heridos superaba los 750, afirmando que al menos 200 habían sido dados de alta, mientras que otros 300 permanecían hospitalizados, según un informe previo de la agencia oficial IRNA.
En relación con la causa de la explosión, Mohayerani afirmó que el presidente, Masud Pezeshkian, ha ordenado «una investigación rápida del incidente» y apeló a «esperar hasta concluir los trabajos periciales necesarios para identificar las causas del accidente y así evitar especulaciones».
La Oficina de Aduanas del puerto, en un comunicado emitido el mismo sábado, sugirió que la explosión probablemente fue provocada por un incendio que comenzó en un almacén de productos químicos, generando una reacción en cadena con otros depósitos de material inflamable.
Las imágenes proporcionadas por los medios iraníes muestran una enorme columna de humo y la explosión fue percibida en ciudades a varios kilómetros de distancia.
El ministro Momeni, presente en la escena de la tragedia, compareció ante los medios para instar a la calma, asegurando que el 80 por ciento del incendio generado por la explosión «ya está bajo control» y prevé finalizar las labores de extinción en pocas horas. Además, el puerto ha reanudado las operaciones aduaneras para el transporte, tránsito, exportaciones e importaciones.
El incidente ocurrió específicamente en el puerto Shahid Rajaee, que forma parte del complejo portuario de Bandar Abbas y es uno de los más grandes de la región, un punto fundamental para el comercio iraní, gestionando más de la mitad de las exportaciones e importaciones marítimas del país, según la Agencia Estatal de Noticias de la República Islámica.
Este puerto también tiene una relevancia estratégica, ya que se sitúa en el estrecho de Ormuz, una ruta crucial para aproximadamente el 26 por ciento del comercio global de petróleo. Está conectado a las redes nacionales de ferrocarril y carreteras de Irán, integrando el comercio marítimo con los centros industriales del país y funcionando como una vía de tránsito para las exportaciones a través de las fronteras iraníes.
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Con Información de puranoticia.pnt.cl
