La Central Unitaria de Trabajadores presentó su propuesta oficial al Ejecutivo, en la que plantea elevar el salario mínimo a $578.948 brutos este 2025 y establecer un plan gradual que permita alcanzar los $1.004.656 antes del término del próximo gobierno. La idea ya genera reparos en la oposición y en sectores empresariales por su impacto en los costos laborales.
La negociación entre el gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) por el nuevo salario mínimo entra en su etapa decisiva. La multisindical, encabezada por David Acuña, presentó el viernes pasado su propuesta formal a los ministerios de Hacienda y del Trabajo, solicitando un incremento del 12% este año, lo que elevaría el monto bruto desde los actuales $510.536 a $578.948.
Además del alza inmediata, la CUT propone establecer una ruta de aumentos progresivos que permita alcanzar un salario mínimo de $1 millón hacia 2029, cifra que bordearía el 97% de incremento respecto al monto actual. El plan también incluye cifras proyectadas para cada año: $665.211 en 2026, $767.654 en 2027, $878.196 en 2028 y $1.004.656 en 2029. Incluso se menciona una meta de $1.149.326 para 2030.
La propuesta busca avanzar hacia una política que combine el salario mínimo, la línea de la pobreza y el concepto de salario vital, estimado hoy en $970.000, según la CUT.
Sin embargo, el escenario económico y fiscal ha encendido las alertas. Desde el mundo político, voces de oposición han calificado la propuesta como excesiva e irrealista. El diputado RN Miguel Mellado instó a la CUT a “ser mesurada” dado el estrecho margen fiscal estimado por el Consejo Fiscal Autónomo. Desde la UDI, Felipe Donoso cuestionó si la CUT actúa como defensora de los trabajadores o como “vocera de la extrema izquierda”. Y desde el Partido Republicano, Agustín Romero calificó la iniciativa de “populista” y desconectada de la realidad productiva del país.
Los empresarios, por su parte, también advierten efectos adversos. Un análisis del instituto Libertad y Desarrollo estima que, considerando el alza del salario mínimo, la reducción de jornada laboral y la cotización adicional por pensiones, los costos laborales aumentarían un 19% real este año.
Por ahora, se espera que el Ejecutivo entregue este martes su propuesta definitiva, aunque ya se ha descartado avanzar en un acuerdo plurianual. El gobierno argumenta que está en la recta final de su mandato y no sería prudente fijar condiciones salariales que corresponderá ejecutar a una futura administración.
En paralelo, el tema se instala también en la carrera presidencial. La candidata comunista Jeannette Jara reiteró su intención de reemplazar el concepto de salario mínimo por el de salario vital, con la meta de llegar a los $750.000 dentro de su eventual gobierno, con apoyo a las pymes.