El Parlamento de Finlandia aprobó recientemente una prohibición del uso de teléfonos móviles en las aulas de enseñanza primaria y secundaria en todo el país. No obstante, se permitirán ciertos usos siempre que cuenten con la aprobación del profesorado.
Se espera que la nueva legislación, que no prohíbe por completo el uso de teléfonos inteligentes, entre en vigor el próximo curso escolar, después del verano. Las excepciones incluirán actividades académicas y temas relacionados con la salud de los estudiantes, entre otros.
La normativa otorga al personal docente la autoridad para confiscar teléfonos cuando lo consideren necesario.
El ministro de Educación, Anders Adlercreutz, subrayó que las «capacidades digitales» de los niños seguirán siendo apoyadas a pesar de estas restricciones, buscando así mitigar las críticas hacia la medida.
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