Desde el penal Biobío de Concepción, donde cumple una condena por la Ley de Seguridad del Estado, el líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul Carrillanca, describió la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento como «una verdadera farsa, un nuevo tongo» destinado al fracaso.
En una columna publicada en Le Monde Diplomatique, Llaitul afirmó que «esta Comisión no refleja los objetivos políticos de nuestra organización ni del movimiento mapuche autonomista que busca recuperar territorios. Nuestra agenda sigue centrada en la reconstrucción nacional y la liberación del Wallmapu, metas que la clase política chilena, en todas sus facetas, no comprende ni aborda».
«Desde el principio sostenemos que esta Comisión estaba destinada al fracaso, pues más que atender las demandas de las comunidades que luchan por sus tierras, representa los intereses del gran empresariado y del latifundio, ocultos tras falsos discursos de paz y bienestar social. Estos sectores buscan legitimar su versión de ‘paz y entendimiento’, un nuevo ardid para garantizar mejores condiciones para incrementar sus ganancias en nuestra tierra ancestral», añadió.
«Por lo tanto, esta Comisión también opera como un instrumento político y mediático para intentar excluir al movimiento mapuche autonomista, reafirmando que los intereses del Estado y del gran capital están amenazados, imponiendo su agenda en los sectores mapuche institucionales. De hecho, sólo quienes han sido cooptados y resultan funcionales han tenido voz», continuó.
También destacó que «es fundamental señalar que una Comisión que se forma, sesiona y concluye en un Estado de Excepción activo en el territorio al que se refiere carece de legitimidad. Intentan ‘hacer política’, aunque el concepto les quede grande, con armas sobre la mesa y militares sitiando comunidades. Con estas ‘prácticas democráticas’ se evidencia un gran contrasentido».
Además, sostuvo que «organically and operationally, it is a Commission built on quicksand, much like the participation of mapuche in the Constituent Convention. Al no llegar a acuerdos concretos, el máximo logro es presentar esta Comisión como un agente en el diagnóstico de lo que han denominado recuperación de tierras, cuando en el mundo mapuche esto carece de sentido, ya que nuestras comunidades tienen claridad sobre sus reivindicaciones territoriales, que son esenciales para restablecer nuestro diseño territorial y reconstruir nuestro Pueblo Nación».
Según Llaitul, «con este diagnóstico, la Comisión intenta justificar la existencia de mecanismos para la devolución de tierras, sin presentar una propuesta concreta que materialice este proceso. Sin embargo, es el ‘caballito de batalla’ para encubrir un gran engaño, que implica la imposición de técnicas de mercadeo, con corrupción incluída, para reacomodar grandes inversiones capitalistas en nuestro territorio ancestral. Este diagnóstico se presentará como un objetivo importante, pero no se concluirá con este gobierno. Las devoluciones territoriales serán a largo plazo, indicando únicamente una forma de buscar negociaciones en futuros gobiernos».
«En resumen, esta nueva Comisión es una verdadera farsa, un nuevo tongo, y se convertirá en un eslabón más para que la actual administración neoliberal proyecte un futuro bajo el control de la ultraderecha», concluyó.
PURANOTICIA
Con Información de puranoticia.pnt.cl