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El Senado aprobató el proyecto de Ley que modifica el decreto Ley número 825 sobre Impuesto a las Ventas y Servicios con 34 votos a favor, dos en contra y sin abstenciones. Esta ley establece un régimen alternativo al IVA para ferias libres, y su tramitación es de carácter urgente.
Para resumir, nuestros políticos han diseñado un plan específico para un pequeño sector del comercio, estableciendo normas que difieren de las que deben seguir emprendedores, pymes y empresarios, debido a que esta es la única manera de asegurar el cumplimiento de la ley.
Si un chileno o una chilena desea abrir un negocio para vender verduras, debe arrendar un local, pagar una patente, registrar su inicio de actividades y cumplir con la normativa vigente, incluyendo el pago de IVA y la emisión de boletas. Sin embargo, esta realidad no se aplica a los feriantes.
¿Por qué la decisión de nuestros parlamentarios? Existen varias explicaciones, siendo la primera el populismo. Las ferias libres son un lugar favorito para los candidatos durante las campañas, lo que aclara que el apoyo a esta ley proviene de diversos sectores políticos.
Otra razón podría ser la desconexión de los políticos con la realidad de quienes venden en ferias. ¿Realmente conocemos sus ganancias, sus vehículos o en qué condiciones viven? Los parlamentarios argumentan que estos vendedores tienen trabajos vulnerables y que es esencial agruparlos y brindarles facilidades para formalizarse, reconociendo que anteriormente operaban de manera ilegal.
¿Los feriantes son similares a los ambulantes? Además, se aprobó, con 28 votos a favor y sin oposiciones, una indicación que define las ferias libres como “un conjunto de comerciantes minoristas y trabajadores independientes que, periódicamente o de forma regular, realizan la venta de alimentos y otros bienes al por menor en un área delimitada”.
¿No describe esta definición a un comerciante ambulante? Esta ley podría perjudicar al comercio tradicional de las ciudades. No afecta a grandes cadenas, farmacias o supermercados, pero sí puede representar un gran problema para los pequeños negocios de barrio, como una verdulería, por ejemplo.
Seguramente será más rentable vender en la feria. Antes, al no pagar IVA, sus verduras eran más accesibles; ahora, tendrán un impuesto del 1,5% como sustituto del 19% del IVA, aplicable a las transacciones realizadas por feriantes mediante medios de pago electrónicos autorizados.
No se comprende cómo la clase política puede promulgar leyes tan desconectadas de la realidad de un sector que ha prosperado sin cumplir con las obligaciones fiscales, en detrimento de comerciantes que sí siguen todas las normativas para llevar a cabo sus negocios. Esta ley no es justa para la verdulería de don Pepe y favorece a la señora Clara del puesto en la feria. No contribuye a un Chile más justo; simplemente es una medida populista que podría extenderse en el futuro a otros negocios informales que no cumplen con la normativa fiscal. Es preocupante la actitud de la clase política en este aspecto, que asegura visitas oportunas a las ferias durante las campañas, lo cual es un hecho a reconocer.
Con Información de puranoticia.pnt.cl