El presidente de la ANFP, Pablo Milad, tocó varios temas al regresar a Chile tras su participación en el congreso de la Conmebol en Paraguay, donde Alejandro Domínguez fue reelecto como presidente del organismo.
En el aeropuerto de Santiago, el dirigente volvió a considerar una posible renuncia anticipada a su cargo.
“No me ata el salario como han afirmado algunos. Estoy aquí por convicción”, aseguró, añadiendo que ha recibido más apoyo que críticas por parte de los clubes. Sin embargo, admitió que hay preocupaciones en ciertas instituciones, especialmente en relación con el fútbol juvenil, la organización de torneos y la distinción entre la ANFP y la Federación.
Sobre la posibilidad de elecciones anticipadas, Milad remarcó la importancia de proteger la institucionalidad. “Si cambiamos de presidente cada vez que surge una crisis, no habrá estabilidad. Es fundamental fortalecer la comunicación con los clubes y mantener un diálogo abierto”, expresó.
Milad también reflexionó sobre el proceso que lideró Ricardo Gareca con la Selección Chilena, que recientemente fue eliminada de la carrera hacia el Mundial de 2026. “Cometimos errores todos. Él también. No se integró adecuadamente a nuestro fútbol ni a nuestra cultura”, reconoció, aunque destacó el valor humano del entrenador argentino.
A pesar de los malos resultados, defendió el apoyo brindado al «Tigre» durante su gestión. “Cuando ves a un técnico con ganas, esperas que pueda revertir la situación. Nos ilusionamos como todos, pensábamos que era el mejor en el mercado”, añadió el dirigente.
Finalmente, reiteró que no se aferra a su puesto. “Fui presidente de una corporación, no de una empresa personal. Si los presidentes desean que me retire, estaré dispuesto”, concluyó.
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