Históricamente, en Venezuela, la duración de los ministros de Defensa solía ser de un año. Este patrón cambió drásticamente cuando Maduro nombró a Vladimir Padrino López en octubre de 2014.
Más de diez años después, este general en jefe sigue ejerciendo el cargo, lo que lo convierte en uno de los ministros de Defensa que ha permanecido más tiempo en la historia de Venezuela.
Padrino tuvo un papel relevante durante el breve golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002, ya que en ese momento lideraba una unidad de blindados en Fuerte Tiuna (Caracas), la cual se negó a apoyarlo.
En julio de 2012, Chávez lo ascendió a segundo comandante del Ejército y a jefe del Estado Mayor. Este evento es recordado porque durante un desfile militar, Padrino describió a los soldados como “patriotas, bolivarianos, socialistas, antiimperialistas, revolucionarios, adiestrados y equipados para asumir el sagrado deber de defender la nación”.
Aunque esas etiquetas generan críticas, Padrino se identifica con ellas. De hecho, en su perfil de X se define como “soldado bolivariano, comprometido y convencido de seguir construyendo la patria socialista”.
Maduro lo ascendió a general en jefe en 2013 y, al año siguiente, tomó el ministerio de Defensa.
Sebastiana Barráez, periodista venezolana especializada en temas militares, explica que Padrino ha sido fundamental, especialmente cuando asumió el cargo en un contexto de “reacomodo interno” tras la muerte de Chávez.
“Al llegar Padrino López, existían múltiples grupos de poder dentro de la Fuerza Armada. Él, al no ser un hombre de confrontación, logró que coexistieran y que cada sector comprendiera que se beneficiaría de ese acuerdo pacífico. Por supuesto, esto implicó otorgar cuotas económicas y de poder a algunos de esos sectores”, dijo Barráez a BBC Mundo.
“Con el tiempo, Padrino fue disminuyendo esos conflictos internos, armonizando y unificando a la Fuerza Armada, lo cual es lo que le permite ser ministro de Defensa por diez años sin resistencia interna”, agrega.
Con Maduro en la presidencia y Padrino en la Defensa, los militares en Venezuela han incrementado su involucramiento en áreas distintas a la seguridad nacional y han ganado relevancia dentro del gobierno, por lo que más de un tercio del gabinete ha estado compuesto por militares, ya sean activos o retirados.
En 2016, Maduro fundó una empresa militar, Camimpeg, con la capacidad legal para explorar, buscar y distribuir petróleo. También se les otorgó el control del denominado Arco Minero, una región en el sur del país que alberga una de las mayores reservas de oro del mundo.
Respecto a la influencia de Padrino en la Fuerza Armada, el politólogo Nícmer Evans sostiene: “La Fuerza Armada hoy es Padrino López, y Padrino López es Maduro”.
Jorge Rodríguez ganó reconocimiento en 2003 cuando, como rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), desempeñó un papel crucial en la organización del referendo para revocar el mandato de Chávez.
En ese entonces, él presidía la Junta Nacional Electoral, un organismo clave para la votación que resultó en la victoria de Chávez.
La oposición inició este proceso en octubre de 2003, pero el referendo no se llevó a cabo hasta agosto de 2004. Muchos analistas consideran que el retraso en la convocatoria fue determinante para que Chávez recuperara la popularidad mediante la creación de programas de ayuda social conocidos como misiones.
“El organismo electoral implementó una serie de mecanismos para dificultar la convocatoria del referendo revocatorio. Estos incluyeron la demora intencionada y la extensión artificial de todas las fases del proceso, la anulación discrecional de solicitudes y firmas, así como la imposición de una fase de verificación de un millón de firmas consideradas dudosas por el CNE”, afirmó la politóloga Miriam Kornblith en un artículo académico de 2009, quien fue rectora del CNE entre 1998 y 1999.
En aquel momento, tanto el CNE como Rodríguez justificaron estos requisitos y procedimientos bajo las normas vigentes en el país.
Tras el triunfo de Chávez, Rodríguez asumió la presidencia del CNE durante dos años y, en 2007, Chávez lo designó como vicepresidente ejecutivo de la República, consolidándose como una figura clave dentro del chavismo.
Fue alcalde de Caracas durante nueve años, ministro de Comunicación, y actualmente es presidente de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, la trayectoria política de este médico psiquiatra se remonta antes del chavismo. Durante su época de estudiante en la Universidad Central de Venezuela, participó activamente en política y llegó a ser presidente de la Federación de Centros de Estudiantes.
Junto a su hermana, la actual vicepresidenta y ministra del Petróleo, Delcy Rodríguez, es uno de los principales operadores del gobierno de Maduro, con raíces políticas compartidas, ya que el presidente fue miembro de la Liga Socialista, un movimiento de izquierda revolucionaria creado a finales de la década de 1960.
Jorge Antonio Rodríguez, padre de Jorge y Delcy, fue uno de los fundadores de ese movimiento. Murió en 1976 a los 34 años, supuestamente como resultado de torturas sufridas a manos de la policía política en relación con el secuestro de William Frank Niehous, vicepresidente de la empresa estadounidense Owens-Illinois en Venezuela.
Más allá de sus funciones administrativas, Jorge Rodríguez ha liderado las negociaciones del gobierno de Maduro con la oposición y con gobiernos extranjeros, incluido el de EE.UU.
Se le considera un estratega electoral del chavismo y, de hecho, fue el jefe del comando de campaña de Maduro para las elecciones del 28 de julio.
Algunos analistas perciben a Rodríguez no solo como la mano derecha de Maduro, sino también como su posible sucesor.
“Él es la figura intelectual que queda a Maduro tras una drástica pérdida de capacidad intelectual debido al carácter autocrático del sistema”, dice Nícmer Evans sobre este político, quien en 1998 ganó el prestigioso concurso anual de cuentos del diario El Nacional.
“Rodríguez mantiene su capacidad de pensamiento independiente dentro de una estructura hegemónica y no tengo dudas de que también tiene aspiraciones a la presidencia”, añade.
Al igual que su hermano Jorge, Delcy Rodríguez es esencial en la estrategia del gobierno de Maduro, actuando como operadora política tanto a nivel nacional como internacional.
La actual vicepresidenta ejecutiva, que recientemente asumió el cargo de ministra del Petróleo, llegó por primera vez al gabinete durante el gobierno de Chávez, ocupando brevemente el ministerio del Despacho de la Presidencia.
No obstante, ha sido bajo la administración de Maduro que ha desempeñado diversos papeles en el más alto nivel del gobierno, incluyendo ministra de Comunicación e Información, ministra de Economía y canciller.
También fue la primera presidenta de la controversial Asamblea Nacional Constituyente electa en 2017.
“Delcy opera en conjunto con su hermano. Ella tiende a ser más operativa y menos intelectual. Ambos han ocupado un vacío debido al abandono de profesionales capaces en el gobierno”, explica Nícmer Evans a BBC Mundo. “No es casualidad que hayan acumulado tantos cargos”, añade.
Graduada en Derecho de la Universidad Central de Venezuela, Rodríguez también cursó estudios de Derecho Laboral y Sindical en Francia.
Ella ha señalado que parte de su motivación para estudiar Derecho proviene de la muerte de su padre. “Tomé la decisión de hacer justicia respecto al caso de mi papá y entré a la facultad de Derecho. Inmediatamente solicité ser auxiliar de investigación en el Instituto de Estudios Penales”, apuntó.
Ese evento también influyó en su entrada al ámbito político. “La revolución bolivariana y la llegada del comandante Hugo Chávez fue nuestra venganza personal”, manifestó en una entrevista en 2018, aunque aclarando que no actuaba movida por el odio.
A nivel internacional, Rodríguez ha sido protagonista de varios incidentes, como cuando en 2016, siendo canciller, intentó participar en una reunión del Mercosur en Buenos Aires, a pesar de que Venezuela había sido excluida del bloque.
Más tarde, se produjo la polémica conocida como “Delcygate”, que estalló cuando la madrugada del 20 de enero de 2020, Rodríguez llegó en un avión privado al aeropuerto de Barajas, donde se reunió por un par de horas con el entonces ministro de Transporte de España, José Luis Ábalos, a pesar de que ella tenía prohibida la entrada en el espacio Schengen por Austria.
Rodríguez es una de las cincuenta altas personalidades venezolanas sujetas a sanciones de la UE por violaciones de derechos humanos y el deterioro democrático en Venezuela.
También fue sancionada por EE.UU. en 2018, cuando este país extendió medidas similares contra su hermano Jorge Rodríguez, así como contra Vladimir Padrino y Cilia Flores.
Delcy Rodríguez ha calificado estas sanciones como una “forma de extorsión”.
(Imágenes: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO
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