Este domingo, la población de Ecuador está convocada a las urnas para participar en las elecciones presidenciales, en las que el actual presidente, Daniel Noboa, y la candidata del movimiento correísta, Luisa González, son los principales favoritos para llegar a una posible segunda vuelta, programada para el 13 de abril.
A pesar de que las encuestas posicionan a Noboa y González como los candidatos con mayores posibilidades, y sugieren incluso un empate técnico en una hipotética segunda vuelta, otros 14 candidatos también buscan la Presidencia de Ecuador. Entre ellos destacan el ex presidente de la Asamblea Nacional, Henry Kronfle, y la activista ambiental Andrea González, quien ha ido ganando terreno en las encuestas, aunque aún no alcanza las cifras necesarias para competir en la segunda vuelta.
Otro candidato notable que no estará en las papeletas es el controvertido Jan Topic, un empresario de 41 años que afirma haber participado en la guerra en Ucrania y en conflictos en Siria y África. Su candidatura, centrada en temas de seguridad y distante de los modelos políticos tradicionales, fue finalmente suspendida por las autoridades a causa de un posible conflicto de intereses relacionado con sus negocios con el Estado.
Daniel Noboa se convirtió en octubre de 2023 en el presidente más joven de Ecuador, al ganar las elecciones anticipadas tras la renuncia de su predecesor, Guillermo Lasso, quien dejó el cargo en medio de acusaciones de corrupción. De esta manera, Noboa asumió sabiendo que tendría un mandato de menos de un año y medio.
Dirigiendo el partido Acción Democrática Nacional (ADN), Noboa ha gobernado durante estos 16 meses en un contexto complicado en términos de seguridad, marcado por un aumento significativo de la violencia por parte de grupos armados, lo que llevó a declarar el estado de emergencia en enero de 2024, después de que estos grupos asaltaran una cadena de televisión durante una transmisión en vivo.
Ecuador ha experimentado un drástico cambio en su situación de seguridad, pasando de ser considerado uno de los países más seguros del mundo a convertirse en el más violento de Sudamérica. Los enfrentamientos armados, impulsados en gran medida por el narcotráfico, han provocado que la tasa de homicidios se haya incrementado cinco veces en comparación con 2020.
La manera en que el gobierno ha manejado esta crisis ha sido utilizada por la oposición para criticar a Noboa, a quien acusan de no poder abordar la situación y de recurrir a decretos de emergencia que permiten la intervención militar en las calles. El desabastecimiento energético ha sido otro gran desafío que ha enfrentado su administración.
Ante una crisis eléctrica provocada por la escasez de lluvias, las autoridades se han visto obligadas a implementar apagones nocturnos durante varios meses para gestionar la demanda. Esto ha llevado a una crisis política, resultando en la destitución de varios ministros, incluidos aquellos a cargo del Ministerio de Energía.
Enfrentando a Noboa, se encuentra Luisa González, presidenta del partido Revolución Ciudadana (RC), que es liderado por el ex presidente Rafael Correa (2007-2017). Aprovechando su experiencia como legisladora y funcionaria pública durante la administración de Correa, busca redimirse después de su fracaso en 2023, cuando logró un considerable 48,1 por ciento de los votos en la segunda vuelta.
Si González gana, se convertiría en la primera mujer en asumir la presidencia de Ecuador, aparte de Rosalía Arteaga, quien ocupó la función de presidenta interina por apenas cinco días en febrero de 1997. Lograr la victoria significaría también el regreso de la izquierda y del correísmo al poder tras las administraciones de Lasso y Noboa.
González cuenta con el respaldo de Correa, un ex líder influyente que insiste en tener un fuerte apoyo social, aunque vive en Bélgica desde hace años para evitar la detención por parte de las autoridades ecuatorianas que lo acusan de corrupción, lo cual él niega. Sin embargo, la figura de Correa genera polarización en el país, y algunos analistas lo consideran responsable de las divisiones políticas actuales.
La candidata de RC ha propuesto el Plan Protege como su medida principal, con el que promete combatir la inseguridad y pacificar el país frente a la ola de violencia que lo afecta desde hace meses. «El objetivo es restaurar la paz, garantizar la seguridad y reconstruir un Ecuador fuerte y unido», ha declarado.
En caso de ganar, González se ha comprometido a retomar el control estatal del sistema de rehabilitación social y a promover la creación de centros públicos para desintoxicación y reinserción social. También planea contratar 20,000 nuevos agentes de policía, aumentar las inversiones en energía y facilitar el regreso de inversores privados.
Simultáneamente a estas elecciones presidenciales, los ciudadanos ecuatorianos también elegirán la nueva composición de la Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral del país, que a partir de ahora estará constituido por 151 asambleístas. En los últimos años, ha predominado la presencia de partidos afines a las ideas de Correa.
Esta situación ha resultado en que durante las administraciones de Noboa y Lasso, el Legislativo haya estado bajo control de la oposición correísta, obstaculizando la gobernabilidad y aumentando la inestabilidad política. De hecho, la renuncia de Lasso se realizó a través de la ‘muerte cruzada’, lo que implicó también la disolución del Parlamento.
Las encuestas sugieren que el nuevo Parlamento podría dividirse en dos bloques -el ADN de Noboa y el RC de González- aunque no se tiene claridad sobre qué formación prevalecerá. Este escenario abre la posibilidad de un gobierno que busque alianzas para asegurar una mayoría legislativa que pueda proporcionar estabilidad.
PURANOTICIA
Con Información de puranoticia.pnt.cl