17.3 C
Valparaíso
sábado, abril 19, 2025

El Papa Francisco reconoce a Antoni Gaudí como «venerable», iniciando así el proceso hacia su beatificación.

El Papa Francisco ha reconocido las «virtudes heroicas» de Antoni Gaudí, el arquitecto catalán famoso por ser el director de la construcción de la Sagrada Familia en Barcelona. De esta manera, a partir de este lunes, este destacado exponente del modernismo catalán es declarado venerable, marcando el primer paso hacia su beatificación.

En particular, el Pontífice aprobó la promulgación de este decreto durante una audiencia celebrada este lunes con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del dicasterio para las Causas de los Santos.

Antoni Gaudí i Cornet, nacido el 25 de junio de 1852, posiblemente en Reus (Tarragona), aceptó en 1883, cuando tenía 31 años, dirigir la obra de la Sagrada Familia, poco después de que se colocara la primera piedra, y dedicó su vida entera a la construcción de este lugar de culto.

Cinco años antes, había obtenido su título de arquitecto y había redactado unos apuntes arquitectónicos, conocidos como el ‘Manuscrito’ de Reus, donde compartía sus propuestas sobre la ornamentación y los edificios religiosos.

Según destaca el portal oficial del Vaticano, ‘Vatican News’, el joven Gaudí concebía la Sagrada Familia como una «misión encomendada por Dios» y, con esta convicción, transformó el proyecto neogótico original en una obra única y original, inspirada en formas naturales y cargada de simbolismo que reflejaba su profunda fe y espiritualidad, influenciada por corrientes benedictinas y franciscanas.

Asimismo, se subraya que el arquitecto, ferviente devoto de San Felipe Neri, «enfrentó obstáculos y dificultades con valentía y confianza en Dios» mientras supervisaba la obra, además de soportar envidias y celos.

Entre 1887 y 1893, diseñó y dirigió otras obras civiles y religiosas. Durante la Cuaresma de 1894, sufrió una grave enfermedad debido a un estricto ayuno. Una vez superada la crisis, continuó trabajando en diferentes proyectos, pero poco a poco fue perdiendo a todos los miembros de su familia, entrando en un auténtico ascetismo espiritual. Rechazó nuevos encargos y se dedicó únicamente a la Sagrada Familia, llegando al punto de adaptar una pequeña habitación contigua al templo como su residencia en 1925.

El 7 de junio de 1926, fue atropellado por un tranvía. Sin ser identificado, fue llevado al Hospital de la Santa Creu, un hospital para personas necesitadas de la ciudad. Tras recibir los últimos sacramentos, falleció tres días después, el 10 de junio. Al cortejo fúnebre acudieron alrededor de 30.000 personas.

PURANOTICIA


Con Información de puranoticia.pnt.cl

- Advertisement -spot_imgspot_img
- Advertisement -spot_imgspot_img
Lo último
- Advertisement -spot_img
Te podría interesar
- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí