En uno de los ataques de Israel a Gaza en diciembre de 2024, un cohete cayó cerca de Mahmoud mientras se alejaba de su hogar acompañado por sus padres, según su testimonio.
"Estaba tumbado en el suelo; no sabía qué me había golpeado ni que había perdido los brazos", relató Ajjour a Reuters.
En el instante en que fue herido, Mahmoud le solicitó a su madre que se fuese y que se llevara a su hermana. Aterrorizada por la magnitud del bombardeo, su madre se negó a abandonarlo y permaneció a su lado hasta que encontró un vehículo estacionado que les permitió llegar al hospital, cuenta la fotoperiodista Samar Abu Elouf.
Mahmoud fue operado en Gaza con anestesia limitada y se despertó de la cirugía con intenso dolor y sin brazos, según lo que su madre narra. La mayoría de los hospitales en Gaza han sido destruidos, y los médicos suelen realizar operaciones sin anestesia ni analgésicos.
Israel comenzó una operación militar sobre Gaza el 7 de octubre de 2023, en represalia a un ataque de Hamás que dejó 1.200 muertos y 250 rehenes. Desde entonces, más de 50.000 personas han fallecido y más de 113.000 han sido heridas en Gaza bajo el fuego israelí.
Se estima que Gaza tiene la mayor cantidad de niños amputados per cápita en el mundo, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNWRA). Desde el inicio del conflicto, se han alcanzado varios acuerdos para evacuar a personas con heridas severas; para marzo de 2025, más de 7.000 pacientes habían sido evacuados, aunque al menos 11.000 más aún esperaban, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.
Muchos de los evacuados se dirigen a Egipto, Jordania, Turquía o, como en el caso de Mahmoud y su familia, a Qatar. Allí es donde se cruzó su camino con Samar Abu Elouf. La fotoperiodista, evacuada en diciembre de 2023, vive en el mismo complejo de apartamentos que Mahmoud, quien perdió sus brazos durante ese periodo.
Mahmoud, al darse cuenta de su nueva realidad, le preguntó a su madre: "¿Cómo voy a abrazarte ahora?" Abu Elouf ha formado lazos con familias que, al igual que la de Mahmoud, han tenido que huir de Gaza.
"Documentar su historia fue un proceso fluido y natural, ya que se convirtió en un ritmo familiar. Comencé a visitar su casa, y a partir de ahí, mi relación con él y su familia realmente comenzó", relata.
Además, ha documentado a algunos de los pocos gazatíes gravemente heridos que lograron salir para recibir tratamiento. "Intenté ser lo más diversa posible al seleccionar a las personas heridas para fotografiarlas. Me encontré con personas que habían perdido dos y tres extremidades, algunas que habían perdido a toda su familia, y jóvenes que habían sufrido la pérdida de un ojo o tenían desfiguraciones faciales. Busqué reflejar estas diversas realidades en mis fotografías", explica Abu Elouf en un video distribuido por la organización World Press Photo.
Samar Abu Elouf, fotoperiodista autodidacta, ha documentado desde 2010 la vida cotidiana y los efectos profundos del conflicto en su país, colaborando con medios internacionales como The New York Times, Reuters, NZZ o Middle East Eye.
Salir de Gaza no fue una decisión fácil para ella. "Sentí que mi rol como fotoperiodista se había terminado, pero la guerra continuaba y tenía que seguir buscando algo. Fue entonces cuando encontré a los refugiados y quise contar su historia".
El jurado de World Press Photo seleccionó la imagen de Mahmoud por su capacidad de reflejar "los costos a largo plazo de la guerra, los silencios que perpetúan la violencia y el papel del periodismo en la exposición de estas realidades".
Aunque la fotografía impacta, la forma de retratar a Mahmoud, junto con el uso de la luz y la composición, imprime dignidad a la imagen sin exagerar su condición. El jurado subrayó que, sin eludir los impactos físicos de la guerra, la fotografía "aborda el conflicto y la apatridia desde una perspectiva humana".
También pusieron de manifiesto cómo la imagen "arroja luz sobre los traumas físicos y psicológicos que los civiles se ven obligados a soportar y seguirán padeciendo debido a la matanza y la guerra a gran escala".
El retrato es contemplativo y plantea cuestiones sobre las experiencias futuras del joven herido, la deshumanización de la región y la constante agresión hacia los periodistas en Gaza, así como la continua negación de acceso a reporteros internacionales que buscan exponer la realidad de esta guerra.
Mahmoud recibió tratamiento médico adecuado en Doha y ahora está aprendiendo a usar sus pies para jugar con su teléfono, escribir y abrir puertas. Debido a su condición, necesita ayuda para realizar actividades cotidianas como comer o vestirse. Aun así, sostiene sus sueños: quiere tener prótesis y vivir como cualquier otro niño.
(Imagen: World Press Photo)
PURANOTICIA // BBC MUNDO
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