El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, quien ha sido suspendido de su puesto, recibirá su incremento salarial anual a pesar de haber sido destituido tras imponer brevemente la ley marcial en el país.
El gobierno anunció que el salario de Yoon aumentará un 3% hasta llegar a 262,6 millones de wones (US$179.000), de acuerdo con lo establecido para los funcionarios públicos.
En diciembre, un mes sin precedentes en la política surcoreana, Yoon fue suspendido de sus funciones tras la votación de la Asamblea Nacional a favor de una moción de destitución por insurrección y abuso de poder.
Esta acción ocurrió luego de que el presidente proclamara la ley marcial en el país, una medida inesperada que fue revertida a las pocas horas.
No obstante, desde su destitución, Yoon ha resistido los esfuerzos por investigarlo y arrestarlo, lo que ha sumido a la nación en una mayor inestabilidad política.
A pesar de estar suspendido, Yoon continuará en el cargo hasta que el tribunal constitucional de Corea del Sur ratifique su destitución.
Esta semana podría suscitarse otro enfrentamiento drástico entre los partidarios y opositores de Yoon, debido a un nuevo intento de arresto en su contra.
El anuncio sobre el aumento de salario de Yoon ha generado críticas en la sociedad surcoreana.
Algunos ciudadanos expresaron que no pueden creer que aún le paguen, y menos que reciba un incremento mientras se encuentra suspendido.
Otros comentan en redes sociales que el aumento salarial del 3% de Yoon es casi el doble del aumento del salario mínimo en el país.
«El salario mínimo subió un 1,7% mientras que [Yoon recibe un 3% ¿por qué?]», se puede leer en una publicación en X que ha acumulado miles de «me gusta».
Con el reciente aumento, Yoon recibirá ahora 21,8 millones de wones (US$14.800) cada mes.
Han Duck-soo, quien asumió como presidente interino tras la suspensión de Yoon – pero que también fue destituido por el mismo parlamento – verá su salario anual incrementado en un 3% a 204 millones de wones (US$138.000).
Los presidentes surcoreanos tienen derecho a recibir el 95% de su salario durante toda su vida una vez dejan el cargo, reportó el Korea Herald.
La mayor crisis en décadas
Cuando Yoon proclamó brevemente la ley marcial en diciembre, justificó la medida citando amenazas de «fuerzas antiestatales» y Corea del Norte.
Sin embargo, pronto quedó claro que su decisión no provenía de amenazas externas, sino que era un intento de resolver sus problemas políticos internos.
La breve declaración de ley marcial del presidencial conservador generó una gran indignación pública, provocando protestas masivas y sumergiendo al país en su mayor crisis política en décadas.
Desde entonces, Yoon, quien se ha mantenido refugiado en su residencia fortificada en Seúl, es buscado para ser interrogado por múltiples acusaciones judiciales, incluidas las de encabezar una insurrección, un delito que en Corea del Sur puede conllevar cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
La percepción general en la nación es que Yoon es un líder que ha caído en desgracia tras su inhabilitación por parte de la Asamblea Nacional y su suspensión de cargo.
Sin embargo, el líder conservador aún mantiene una base sólida de apoyo entre los surcoreanos y ha manifestado a sus seguidores que «luchará hasta el final».
A finales de diciembre, tras negarse a comparecer ante la investigación criminal sobre su caso, se emitió una orden de arresto en su contra.
No obstante, miles de personas se congregaron frente a su residencia para evitar su arresto.
Además, su equipo de seguridad, al que sigue teniendo derecho a pesar de perder sus poderes presidenciales, jugó un papel crucial en la prevención de su arresto.
El estancamiento resultó en que la orden de arresto inicial caducara a la medianoche del 7 de enero, pero un tribunal local la prolongó.
Los investigadores se preparan para un nuevo intento de arrestar a Yoon y han solicitado el apoyo de la policía.
Esta semana está programada la primera audiencia del juicio político contra Yoon en el Tribunal Constitucional.
Lunes, las autoridades informaron que cualquier intento de arrestar a Yoon se llevaría a cabo con la intención de evitar «víctimas o derramamiento de sangre».
También advirtieron que los miembros de seguridad y los legisladores podrían enfrentarse a arrestos si obstruyen la detención.
Los abogados de Yoon, quienes argumentan que la orden de arresto es «ilegal», señalaron que el desplegar agentes policiacos e investigadores para arrestarlo es «una traición al público».
En la capital, Seúl, miles de personas se han unido a masivas protestas, tanto a favor como en contra de Yoon.
Mientras sus detractores desean ver al presidente enjuiciado y detenido por su intento de ley marcial, sus apoyadores consideran su efímera orden de ley marcial como justificada para proteger la democracia surcoreana.
(Imagen: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO
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